En México, la falta de acceso a servicios de salud adecuados afecta a gran parte de la población. Tener un seguro de vida es crucial para garantizar una buena calidad de vida, pero, según Prudential Seguros México, sólo el ocho por ciento de la población de México lo tiene. Mejorar la accesibilidad a seguros de vida debe ser una prioridad para mejorar el bienestar de los mexicanos.
La Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE) recomienda que el 80% del gasto en salud sea por parte del Gobierno. Sin embargo, en el país el 42.1% de ese gasto viene directamente del bolsillo de los pacientes y sus familias, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Asimismo, el Producto Interno Bruto Ampliado (PIBA) del sector salud en México tuvo un monto equivalente a 6.2% del PIB nacional, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Si bien, la cifra es superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México hay 33 millones de personas sin afiliación a servicios públicos o privados, según el INEGI.
Una manera de atacar el problema de la brecha de salud en el país es el uso de la telemedicina. Tras la pandemia, el sector salud dio un paso importante al integrar las tecnologías de la información y comunicación en su labor. Las consultas virtuales entre pacientes y médicos se han convertido en algo usual, sin embargo, todavía existe la brecha digital en México.
Otra forma es la contratación de seguros de vida, los cuales pueden mejorar considerablemente la calidad de vida de las personas, según expertos. Sin embargo, David Legher, presidente regional de Prudential, comentó a NotiPress que la falta de contratación de seguros de vida en México se debe la poca información sobre el producto.
Por ello, y buscando democratizar el acceso a servicios de seguro de vida, la aseguradora se alió con Mercado Pago. Según la Asociación Mexicana de Seguros (AMIS), más de 560 mil familias sufren un quebranto económico cada año por algún accidente o enfermedad.
Cerrar la brecha de salud y reducir las muertes prematuras por enfermedades crónicas no transmisibles podría aumentar la esperanza de vida de los mexicanos 4.5 años, según la Secretaría de Salud. Además, las personas podrían tener una mejor calidad de vida y atención médica, así como el diagnóstico temprano de enfermedades.